jueves, 8 de septiembre de 2022

Chinitas

 


charla arte y naturaleza



















Somos seres ambientales, necesitamos un entorno que nos albergue y nos cobije. Cuidamos lo que amamos y amamos lo que conocemos.
Somos parte de la tierra y así mismo ella es parte de nosotros, las flores perfumadas nuestras hermanas.





 LA INTELIGENCIA DE LAS FLORES     (textos extraídos)

MAURICE MAETERLINK

Encontramos lo que siempre ha existido y repetimos maravillados la ruta que la vida había hecho antes que nosotros. A veces por el lado de la sombra hay verdades tan interesantes como por el lado de la luz. Lo imprevisto abunda. Cada flor tiene su idea, su sistema, su experiencia adquirida. Cuando la flor hizo su aparición en la tierra tuvo que inventarlo todo. El verdadero gran milagro empieza donde se detiene nuestra mirada. Las ideas ocurren a las flores de la misma manera que se nos ocurren a nosotros. tantean en la misma oscuridad, encuentran los mismos obstáculos, la misma mala voluntad, el mismo desconocimiento. Conocen las mismas leyes, las mismas decepciones, los mismos triunfos lentos y difíciles. De lo desconocido sale de pronto algo inesperado. No es seguro que hayamos inventado una belleza que nos sea propia. Todos nuestros motivos arquitectónicos y musicales, todas nuestras armonías de color y de luz, etc. son directamente tomadas de la naturaleza, ¿que no podría decirse de la belleza de los arboles? El genio de la tierra tantea, vacila, suspende, y vuelve a empezar varias veces, añade, elimina, reconoce y rectifica sus errores, lucha, como nosotros contra la masa oscura de su ser. Tampoco sabe a donde va, se busca y se descubre poco a poco. Dispone de recursos infinitos, conoce el secreto de prodigiosas fuerzas que ignoramos. No hay seres más o menos inteligentes sino una inteligencia esparcida, general, una especie de fluido universal. El espíritu que anima todas las cosas es de la misma esencia que el que anima nuestro cuerpo.